De la Redacción
Ciudad de México.- El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) enfrenta un panorama financiero preocupante, con apenas ocho años de solvencia para cubrir sus gastos operativos y programados, según el Informe sobre la Situación Financiera y los Riesgos del IMSS 2024-2025, presentado al Congreso el pasado jueves.
El documento revela que, en un escenario base, los ingresos del Instituto serán suficientes hasta 2032, pero a partir de 2033 comenzará a registrar déficits financieros que deberán cubrirse con reservas hasta 2036.
El informe advierte que, en un escenario de riesgo, la situación es aún más alarmante: los recursos financieros, incluyendo las reservas, solo alcanzarían hasta 2031. A partir de 2032, el IMSS enfrentaría déficits operativos debido a factores como una menor duración del empleo formal, el aumento en la esperanza de vida de los pensionados y la necesidad de contratar más personal para atender a los derechohabientes. Desde 2037, se proyecta un déficit actuarial que agrava la crisis financiera.
El principal punto de presión es el Seguro de Enfermedades y Maternidad (SEM), que históricamente ha operado con déficits. Entre 2018 y 2024, los ingresos del SEM crecieron a un ritmo anual del 3.6% en términos reales, mientras que los gastos lo hicieron al 4.8%, generando un déficit promedio equivalente al 20% de sus ingresos. En 2024, este déficit alcanzó los 110.3 millones de pesos, y se estima que ascenderá a 143.8 millones este año.
El IMSS enfrenta retos estructurales como el envejecimiento de la población, el aumento de enfermedades crónico-degenerativas, la expansión de servicios médicos y la necesidad de invertir en infraestructura y personal. Aunque se han implementado medidas para optimizar el gasto y aumentar los ingresos, estas no han sido suficientes para contrarrestar las presiones financieras.
Como posible solución, el informe propone un rebalanceo de las cuotas tripartitas entre el Seguro de Invalidez y Vida (SIV), el SEM y los Gastos Médicos para Pensionados, sin incrementar las aportaciones de trabajadores, empleadores ni el gobierno, sino redistribuyendo los recursos existentes.
Con información de Agencia Reforma