De la Redacción 

En un suceso que ha conmocionado a la Ciudad de México, la explosión de una pipa de gas cerca del puente de la Concordia, en la Calzada Ignacio Zaragoza, alcaldía Iztapalapa, dejó tras de sí una escena de caos y destrucción. Sin embargo, en medio de los escombros, un teléfono celular calcinado se convirtió en un rayo de esperanza para la familia de Ana Daniela, una estudiante de Ingeniería en Alimentos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El hallazgo del dispositivo, un iPhone 12 parcialmente destruido por las llamas, ocurrió entre los restos de una mochila que contenía cuadernos, maquillaje y una cartera. Gracias a la credencial universitaria encontrada en la mochila, las autoridades identificaron que las pertenencias pertenecían a Ana Daniela. A pesar de su estado, el teléfono aún funcionaba lo suficiente como para recibir una llamada, lo que permitió a Francisco Bucio, un miembro de Protección Civil que trabajaba en la zona, establecer contacto con los familiares de la joven.

En un video difundido en redes sociales, se observa el momento en que Bucio responde la llamada del padre de Ana Daniela, Raymundo Barragán. “

El teléfono está medio quemado, pero al menos se pudo contestar”, explicó el rescatista, quien se comprometió a investigar en el hospital Morelos, cercano al lugar del incidente, para verificar si la joven se encontraba entre los lesionados. “Checaré cuántos lesionados hay y si ella está entre ellos, te aviso”, aseguró Bucio, tomando el número de Raymundo para mantenerlo informado.

Posteriormente, Bucio atendió una llamada de la madre de Ana Daniela, quien, desconcertada, buscaba respuestas sobre lo sucedido. Con calma, el funcionario le explicó la situación: “Hubo un incidente, el celular está junto a sus pertenencias, credenciales de la universidad. Hay varios lesionados, pero no sabemos aún dónde está ella”. A pesar de la incertidumbre, el contacto inicial brindó a la familia un punto de conexión con las autoridades, quienes continúan la búsqueda de la joven.

Hasta la mañana del 11 de septiembre de 2025, el paradero y el estado de salud de Ana Daniela permanecen desconocidos. Sin embargo, el hallazgo de su teléfono, aún operativo entre los restos de la tragedia, permitió a los rescatistas tender un puente de comunicación con sus seres queridos, manteniendo viva la esperanza de encontrarla pronto.