De la Redacción
Una madre de 36 años de edad, Suraya Jenkins, de Armidale Regional City, Nueva Gales del Sur, recibió un devastador diagnóstico de cáncer en etapa cuatro, que afecta sus huesos, pulmones y cerebro.
La noticia llegó poco después de dar a luz a su segundo bebé, y en consecuencia, la mujer entró en estado de shock.
Suraya comenzó a experimentar dolor de espalda poco después del nacimiento de su hijo. Dado que había salido del hospital recientemente, atribuyó estos dolores a las secuelas de la cesárea. Sin embargo, cuando el malestar persistió, decidió consultar a un médico especialista para una evaluación más detallada.
La consulta médica reveló que Suraya tenía líquido en ambos pulmones, lo que inicialmente sugirió la presencia de un tumor en su pulmón izquierdo. Evaluaciones posteriores confirmaron que se trataba de cáncer en etapa 4, afectando múltiples órganos vitales.
Tras recibir el diagnóstico, Suraya y su familia iniciaron una campaña de recaudación de fondos para ayudar a financiar el tratamiento. Los costos asociados al tratamiento del cáncer pueden ser exorbitantes, y la familia busca cubrir gastos médicos, del hogar, suplementos, programas de recuperación, apoyo a la movilidad y costos imprevistos.
Afortunadamente, medios locales reportan que Suraya ya está recibiendo tratamiento de quimioterapia e inmunoterapia. Estos tratamientos serán continuos y, aunque necesarios, pueden tener efectos secundarios muy desgastantes para el cuerpo.
Una familiar cercana comentó al medio 9News que el cáncer "sucedió muy rápido". Expresó el dolor que la familia está experimentando, especialmente porque este diagnóstico llegó en un momento que debería haber sido de alegría y celebración tras la reciente llegada del nuevo bebé.