De la Redacción
En un nuevo capítulo de la lucha contra el narcotráfico en América Latina, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que el ejército estadounidense ejecutó un ataque letal contra una embarcación que transportaba una gran cantidad de drogas en el sur del Caribe.
Según el mandatario, la nave, que había zarpado desde Venezuela, fue interceptada y destruida por fuerzas estadounidenses en una operación reciente.
"Disparamos contra un barco que llevaba muchas drogas. Lo eliminamos", afirmó Trump durante una conferencia de prensa desde la Casa Blanca, destacando la determinación de su administración para combatir el tráfico de estupefacientes.
El incidente, que ocurrió minutos antes de la declaración de Trump, fue descrito por el presidente como un golpe directo a las redes de narcotráfico que operan desde Venezuela. En una reunión en la Oficina Oval, Trump señaló que el jefe del Estado Mayor Conjunto le había proporcionado un informe preliminar sobre la operación.
"Muchas drogas están entrando a nuestro país desde hace tiempo, y estas venían de Venezuela. Hoy las detuvimos", subrayó, asegurando que los detalles serían visibles para la prensa al concluir la reunión.
"El ataque se produjo mientras los terroristas se encontraban en aguas internacionales transportando narcóticos ilegales con destino a Estados Unidos. El ataque se saldó con la muerte de 11 terroristas", agregó Trump en una publicación en Truth Social.
Por su parte, el secretario de Estado, Marco Rubio, amplió la información a través de redes sociales, revelando que la embarcación era operada por una organización clasificada como narcoterrorista por Estados Unidos. "El ejército llevó a cabo un ataque letal contra una nave con drogas que partió de Venezuela, operada por una organización narcoterrorista designada", escribió Rubio, reafirmando el compromiso de Washington en desmantelar estas redes.
El ataque se produce en un momento de creciente fricción entre Estados Unidos y Venezuela, cuyas relaciones diplomáticas se rompieron en 2019. La administración Trump ha intensificado su campaña contra los cárteles de la droga en la región, desplegando varios buques militares en el Caribe sur para cumplir con la promesa del presidente de erradicar el narcotráfico en América Latina. Aunque no se han anunciado planes de incursiones terrestres, la presencia militar estadounidense en la zona ha generado preocupación en Caracas.
En respuesta, el gobierno de Nicolás Maduro ha movilizado tropas a lo largo de la costa venezolana y la frontera con Colombia, además de exhortar a la población a unirse a una milicia civil como medida de defensa. Esta escalada militar refleja la desconfianza mutua entre ambos países, que han intercambiado acusaciones sobre la responsabilidad del tráfico de drogas y la desestabilización regional.
Hasta el momento, ni el Pentágono ni el gobierno venezolano han emitido comentarios oficiales sobre el incidente.
La oficina de prensa de Caracas no respondió de inmediato a solicitudes de información, dejando en el aire la posibilidad de una réplica formal por parte de Venezuela. Por su parte, el Departamento de Defensa de Estados Unidos mantuvo silencio sobre los detalles operativos, limitándose a la información proporcionada por Trump y Rubio.