De la Redacción
En un nuevo capítulo de la controversia sobre la política comercial del presidente Donald Trump, un tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos dictaminó este viernes que la mayoría de los aranceles global “‘recíprocos’” impuestos por su administración carecen de sustento legal, al considerar que el mandatario excedió su autoridad al invocar una ley de emergencia para implementarlos.
A pesar de este revés judicial, los jueces han permitido que los gravámenes permanezcan en vigor hasta el 14 de octubre, mientras el caso regresa a un tribunal inferior para determinar si el fallo aplica únicamente a las partes demandantes o a todos los afectados por estas medidas.
El Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal en Washington, D.C., ratificó en una decisión dividida (7 a 4) el fallo emitido en mayo por el Tribunal de Comercio Internacional, que ya había señalado que Trump utilizó de manera indebida la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional de 1977 (IEEPA, por sus siglas en inglés) para justificar los aranceles. Según los magistrados, esta legislación no otorga al presidente la potestad de imponer impuestos o aranceles de manera unilateral, especialmente bajo el argumento de una “emergencia nacional” relacionada con déficits comerciales. “La ley confiere al presidente un poder significativo para actuar frente a una emergencia declarada, pero no incluye explícitamente la facultad de imponer aranceles o gravámenes”, subrayó el tribunal en su sentencia.
La Respuesta de Trump
El fallo no ha pasado desapercibido para el presidente Trump, quien reaccionó de inmediato a través de su plataforma Truth Social. En un tono desafiante, el mandatario afirmó que “¡TODOS LOS ARANCELES SIGUEN EN VIGOR!” y calificó la decisión del tribunal como “incorrecta” y “altamente partidista”. Según Trump, los aranceles son esenciales para proteger la economía estadounidense y evitar lo que describió como “un desastre total” para el país. “Si se permitiera que este fallo se mantuviera, literalmente destruiría a los Estados Unidos de América”, afirmó, enfatizando que estas medidas son cruciales para contrarrestar déficits comerciales y barreras impuestas por otros países.
El presidente también aprovechó para destacar el impacto positivo de los aranceles en los trabajadores y las empresas estadounidenses, especialmente en el marco del Día del Trabajo. “Los aranceles son la mejor herramienta para ayudar a nuestros trabajadores y apoyar a las empresas que producen grandes productos HECHOS EN AMÉRICA”, escribió, prometiendo que, con el respaldo de la Corte Suprema, continuará utilizando estas medidas para fortalecer la economía nacional.
Un pilar de la política exterior de Trump
Desde el inicio de su segundo mandato en enero de 2025, Trump ha hecho de los aranceles un pilar fundamental de su estrategia de política exterior, utilizándolos tanto como herramienta de presión política como para renegociar acuerdos comerciales con países exportadores a Estados Unidos. Entre los gravámenes cuestionados se encuentran los aranceles “recíprocos” anunciados en abril, que alcanzaron hasta un 50% para países con superávit comercial, y otros impuestos específicos dirigidos a China, Canadá y México en febrero, ligados a acusaciones de inacción frente al tráfico de fentanilo y la inmigración.
Si bien estos aranceles han permitido a la administración obtener ciertas concesiones económicas de socios comerciales, también han generado una notable volatilidad en los mercados financieros globales, alimentando temores de inflación y una posible recesión. La decisión del tribunal, que no afecta a los aranceles sectoriales sobre acero, aluminio o automóviles, prolonga la incertidumbre sobre el futuro de estas políticas, especialmente porque el caso podría escalar hasta la Corte Suprema, donde Trump confía en revertir el fallo.