De la Redacción
Un inusual caso de infección humana por el gusano barrenador del Nuevo Mundo, un parásito carnívoro, ha encendido las alarmas en Estados Unidos. El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) confirmó el domingo el primer diagnóstico de este tipo en el país, detectado en una persona de Maryland que regresó tras un viaje a El Salvador.
Este hallazgo, reportado el 4 de agosto, representa un hito preocupante en la salud pública y la industria ganadera, dado el potencial devastador de esta plaga.
La investigación, liderada por el Departamento de Salud de Maryland en conjunto con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), identificó la presencia del gusano barrenador en el paciente tras analizar imágenes de las larvas extraídas. Aunque no se especificó el estado actual de la persona afectada, Andrew G. Nixon, portavoz del HHS, aseguró que el riesgo para la salud pública en Estados Unidos es “muy bajo”.
La infección, posiblemente adquirida en El Salvador o Guatemala, marca la primera vez que se registra un caso humano en el país relacionado con un viaje a una zona con brote activo.
El gusano barrenador, larva de una mosca parásita, es conocido por su capacidad de devastar poblaciones ganaderas al poner huevos en heridas de animales de sangre caliente. Una vez que eclosionan, las larvas excavan la carne viva con sus bocas afiladas, lo que puede llevar a la muerte del huésped si no se trata a tiempo. Aunque los casos humanos son raros, la detección en Maryland ha generado preocupación por su posible impacto en la salud animal y la economía.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ha advertido sobre las graves consecuencias económicas que una epidemia de gusano barrenador podría tener, especialmente en Texas, el principal estado productor de ganado del país.
Según estimaciones, un brote podría generar pérdidas de hasta 1.800 millones de dólares debido a la muerte de animales, costos laborales y tratamientos médicos. La plaga, que históricamente se ha registrado en el Caribe y partes de Sudamérica, ha mostrado un preocupante avance hacia el norte desde 2023, llegando incluso a México.
En julio, México reportó un caso en Ixhuatlán de Madero, Veracruz, a solo 595 kilómetros de la frontera con Estados Unidos.
Este desplazamiento llevó a las autoridades estadounidenses a cerrar las importaciones de ganado desde México entre noviembre y mayo, una medida crítica considerando que el país importa más de un millón de cabezas al año para engorda y procesamiento. Ganaderos, comerciantes y productores de carne en Estados Unidos están en alerta ante la posibilidad de infestaciones, especialmente tras la reciente expansión de la plaga en Centroamérica y el sur de México.