De la Redacción
En mayo de 2025, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) lanzó una advertencia crítica tras descubrir que varias tintas para tatuajes, incluso aquellas etiquetadas como estériles y en envases sellados, contienen bacterias que representan un riesgo significativo para la salud. Este hallazgo ha encendido las alarmas sobre la seguridad en la industria del tatuaje y la necesidad de reforzar los controles para proteger a los consumidores.
Un análisis exhaustivo realizado por la FDA examinó 75 muestras de tintas utilizadas tanto en tatuajes como en maquillaje permanente, provenientes de 14 fabricantes diferentes. Los resultados fueron preocupantes: el 35% de las muestras estaban contaminadas con microorganismos, algunos de los cuales pueden desencadenar infecciones graves. Entre las bacterias detectadas se encuentran Citrobacter braakii, Pseudomonas fluorescens y Achromobacter xylosoxidans, conocidas por su capacidad de provocar desde irritaciones cutáneas hasta complicaciones severas como infecciones sistémicas, endocarditis o incluso shock séptico.
La Dra. Linda Katz, directora de la Oficina de Cosméticos y Colores de la FDA, explicó que estas bacterias pueden desplazarse por el sistema sanguíneo o linfático, generando consecuencias potencialmente fatales. “Las infecciones más frecuentes incluyen celulitis, impétigo o erisipela, todas condiciones que requieren atención médica inmediata”, añadió Katz, subrayando la gravedad del problema.
El origen de la contaminación, según la FDA, radica en prácticas deficientes durante la producción y distribución de las tintas. Una causa común es el uso de agua no estéril para diluir los pigmentos, combinado con controles de calidad insuficientes. Además, el diseño de algunos envases, como frascos de plástico con tapones dispensadores, facilita la entrada de contaminantes durante su uso en los estudios de tatuaje. La falta de regulaciones estandarizadas en la industria agrava aún más la situación, dejando a consumidores y profesionales expuestos a riesgos evitables.
Ante este escenario, la FDA ha emitido recomendaciones claras. A los consumidores que posean tintas de las marcas señaladas se les pide desecharlas de forma segura en contenedores para residuos biológicos o punzantes. A los tatuadores, se les exhorta a suspender de inmediato el uso de estos productos, verificar la procedencia de sus materiales y mantener estrictos protocolos de higiene en sus espacios de trabajo. La agencia también enfatizó la importancia de que los estudios utilicen únicamente tintas certificadas y cumplan con normas sanitarias rigurosas.