Ana De la Luz
Diario El Mundo de Córdoba
El trastorno del espectro autista, es una afección relacionada con el desarrollo del cerebro que, afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras, lo que causa problemas en la interacción social y la comunicación; ésa es una de las razones por las que, quienes lo presentan son víctimas de bullying e incomprensión.
Por ese motivo, algunas organizaciones enfocadas al tema, como “Aprendamos Juntos” (psicología y terapia infantil), convocaron a la Segunda Caminata por el Autismo, a realizarse el próximo 07 de abril, siendo el punto de reunión, la avenida 3, entre calles 5 y 7, a las 15:30 horas para iniciar a las cuatro de la tarde. Solicitaron vestirse de azul.
Compartieron que, las personas con TEA con frecuencia tienen problemas con la comunicación y la interacción social, y conductas o intereses restrictivos o repetitivos. Además, también podrían tener maneras distintas de aprender, moverse o prestar atención; se comportan, comunican, interactúan y aprenden de maneras que, son distintas a las de la mayoría de las personas.
“Muchas veces o hay nada en su apariencia que las distinga de las demás. Las capacidades de las personas con TEA pueden variar de manera significativa. Por ejemplo, algunas personas con TEA podrían tener destrezas de conversación avanzadas. Mientras que, otras podrían no expresarse verbalmente. Algunas personas con TEA necesitan mucha ayuda en su vida diaria; otras pueden trabajar y vivir con poca ayuda o nada de ayuda”, precisaron.
Atiende los síntomas
Los TEA aparecen antes de los tres años de edad y pueden durar toda la vida, aunque los síntomas podrían mejorar con el tiempo. Algunos niños muestran síntomas de TEA en los primeros 12 meses de vida. En otros, puede que, los síntomas no aparezcan hasta los 24 meses o después.
Algunos niños con ese trastorno del espectro autista, adquieren nuevas destrezas y alcanzan indicadores del desarrollo hasta alrededor de los 18 a 24 meses de edad y, después dejan de adquirir nuevas destrezas o pierden las que ya tenían.
A medida que, los niños con TEA se convierten en adolescentes y adultos jóvenes, podrían tener dificultades para formar y mantener amistades, para comunicarse con personas de la misma edad y adultos, o para entender qué conductas se esperan de ellos en la escuela o el trabajo.
“Puede que lleguen a proveedores de atención médica porque también tienen afecciones, como ansiedad, depresión o trastorno por déficit de atención e hiperactividad que, se presentan con más frecuencia en personas con TEA que, en personas sin ese trastorno”, indicaron.