De la Redacción
La reciente restricción a las solicitudes de asilo implementada por el presidente Joe Biden permite deportar a quienes no cumplan con los estrictos requisitos cuando se supere la cifra de 2,500 detenciones diarias durante un promedio de siete días.
Este cambio en la política migratoria ha sido uno de los muchos temas candentes que polarizan a los estadounidenses, especialmente en el contexto de la próxima elección presidencial.
En un país profundamente dividido políticamente, cada palabra y gesto de los candidatos están siendo minuciosamente analizados. El voto de los moderados y los indecisos puede ser crucial en las elecciones de noviembre, por lo que tanto Biden como Trump no han dejado pasar ninguna oportunidad para atacarse verbalmente. Esta tensión fue evidente desde el principio del debate reciente, donde evitaron el tradicional apretón de manos, marcando un ambiente de desprecio mutuo.
El debate, celebrado cuatro meses antes de las elecciones del 5 de noviembre, inauguró una intensa campaña electoral. Fue un momento histórico, ya que por primera vez dos presidentes en ejercicio debatieron entre sí. Desde su último debate en octubre de 2020, Trump no había asistido a la toma de posesión de Biden y ambos han mantenido una relación conflictiva desde entonces.
Trump criticó duramente a Biden, afirmando que Estados Unidos está en declive y comparándolo con una "nación del Tercer Mundo". Por su parte, Biden respondió calificando a Trump como "el peor presidente de la historia de Estados Unidos" y cuestionando su comprensión de la democracia. En los días previos al debate, Trump se burló de la preparación de Biden, sugiriendo que necesitaría ayuda médica para superar el evento. Sin embargo, también reconoció que Biden podría ser un oponente formidable.
Biden recordó a la audiencia que Trump perdió dos debates contra él en 2020 y señaló la inconsistencia de Trump al presentarse nuevamente para debatir. El debate se realizó sin público, con solo un puñado de asistentes, incluida la primera dama, Jill Biden. Melania Trump no estuvo presente, aunque sí lo estuvieron varios republicanos interesados en ser compañeros de fórmula de Trump.
Los candidatos de 2024, Biden con 81 años y Trump con 78, representan opiniones divergentes sobre el futuro de Estados Unidos y su papel en el escenario mundial. Biden aboga por mantener alianzas estrechas con Europa, mientras que Trump favorece un enfoque más aislacionista.
En cuanto a la guerra en Ucrania, Biden ha liderado el apoyo occidental a Kiev contra la invasión rusa, mientras que Trump ha expresado dudas sobre el continuo respaldo de Estados Unidos a Ucrania, prometiendo resolver el conflicto sin especificar cómo. Ambos candidatos apoyan a Israel en su conflicto con Hamás, aunque Biden ha criticado la conducta del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Gaza y ha instado a un alto el fuego, algo que Trump rechaza.
CNN ofreció exactamente los temas que los candidatos querían discutir: para Biden, el derecho al aborto, el estado de la democracia y la economía; para Trump, migración, seguridad pública e inflación. En su mayor parte, el debate no reveló nada nuevo sobre las posturas de Biden y Trump en temas importantes como la economía, la inmigración, la política exterior y los derechos reproductivos. Cada candidato reiteró posiciones ya conocidas y se centraron en criticar los antecedentes del otro y lanzarse ataques personales.
Durante el debate, Biden pareció perder el hilo de sus pensamientos y su voz estaba entrecortada, lo que la Casa Blanca atribuyó a los síntomas de un resfriado. Esto favoreció a Trump, quien pudo atacar y mostrar su capacidad para debatir con fuerza. Los demócratas de la Cámara de Representantes de EE.UU. mostraron preocupación por el desempeño de Biden, con la ex directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfeld, calificando su actuación como "realmente decepcionante".
Trump desafió a Biden a someterse a un "test cognitivo", dudando de su capacidad para superarlo. "Hice dos pruebas, pruebas cognitivas. Las superé, ambas. Me gustaría verlo hacer una, solo una, una muy fácil", dijo Trump durante el debate.
El codirector de la campaña de Biden, Mitch Landrieu, comentó a NBC News que el presidente comenzó lento pero luego se recuperó. La primera dama, Jill Biden, defendió la actuación de su esposo, afirmando que "se despierta cada mañana pensando en cómo puede mejorar la vida de los estadounidenses".