Ray García G.
Diario El Mundo
Nadia Ñuu Savíi una mujer indígena de la sierra Mixteca Alta de Oaxaca que se atrevió a desafiar su destino enmarcado por las reglas comunitarias. Se atrevió a volar, pese a la deshonra que le acusaron, y hoy es docente, catedrática de la UNAM, escritora, cuya vida se ha convertido en la inspiración de muchas mujeres.
De acuerdo a la tradición de sus ancestros, al nacer, el ombligo de todo varón tiene que ser colocado en lo mas alto, un árbol, el techo de su casa, etc, lo que le va a augurar que en su trabajo llegará muy lejos.
Pero si es mujer, su ombligo debe ser enrollado y enterrado en suelo cerca de la casa, que indica que ella debe quedarse en el hogar para cuidar a los hijos.
Pero cuando Nadia iba a nacer, su madre estaba sola y sola hizo el trabajo de parto, hasta que nació su hija, cuando el bisabuelo llegó, con un machete cortó el cordón umbilical y se lo llevó.
Cuando le preguntaron donde estaba el cordón umbilical no quiso referir, porque pensando que era hombre lo colocó arriba de un árbol; quizás fue este el presagio del destino que le deparaba a Nadia.
Po alguna razón toda la familia de Nadia emigró a la frontera de México en California, donde estudió, sin embargo ante la notable ola de violencia decidieron regresar a Oaxaca, su lugar de origen.
"Yo soy de un lugar el que todavía, nacer mujer sigue siendo un reto, porque las mujeres nacen con un destino que prácticamente ya está armado", comentó.
Una maestra le dice a Nadia que ella debe hacer todo lo posible por estudiar una carrera profesional porque ve en ella la capacidad, y le recomienda la UNAM en la ciudad de México.
Ante la negativa sus padres ella se sale de su casa para estudiar una licenciatura. Acude a presentar examen de admisión y lo pasa. Sola Nadia en la Ciudad de México enfrenta grandes retos, pues aunque la escuela es gratuita, ella tuvo que trabajar para poder pagar renta y alimentación.
"No fueron una o dos veces, fueron muchas veces en los que estuve a punto de declinar porque decía que no podía, y cuando le hablé a mi madre para decirle que me iba a regresar a la casa, me dijo que si regresa ella ya no entraría a la casa de ellos. Y me cortó la llamada, por eso fue que ya no regresé", dijo
Se aferró a su destino, y pudo concluir la carrera en docencia; años mas tarde, después de haber sido alumna, hoy Nadia es docente de la UNAM.
También desarrolló una labor que le apasiona como escritora, cuyos relatos, le mereció aparecer en la lista de la revista Forbes de los escritores más creativos, siendo hasta el momento la única mujer indígena en estar en esta relación.
Su charla en el congreso Mujeres en Buen Plan, resultó se una inspiración para otras mujeres indígenas de esta sierra, en específico del municipio de Ixhuatlancillo, quienes manifestaron sentir admiración por la valentía que mostró Nadia para romper con paradigmas que encuadran a las mujeres, para tomar el control de su destino en busca del éxito y la prosperidad.