Antonio Arragán
El Mundo de Córdoba
Cuichapa.-Ha pasado mucho tiempo desde que el ingenio San Nicolás arrojó parte de la melaza al río y acabó con la vida acuática y silvestre del afluente, aunque se realizan los trabajos de saneamiento, al parecer no hay grandes avances.
Debido a que la corriente de las lluvias sacó todos los residuos que había en el suelo y el agua se volvió a contaminar, de acuerdo a vecinos aunque la industria ha ingresado cuadrilla de trabajadores y maquinaria pesada, la contaminación se continúa extendiendo.
Vecinos aseguran que a pesar que sanearon algunas partes afectadas, se trata de un líquido que llegue varios metros del suelo y se impregna en la tierra y cada que llueve se remueve los contaminantes y caen directamente al afluente.
Afectados confiaban que las primeras lluvias acabarían con las afectaciones pero no fue así, al contrario las removieron y las partes que habían rescatado nuevamente se afectaron, por lo consideraron urgente aplicar nuevas medidas o de lo contrario se quedará como un arroyo de aguas negras.