Jesús Lazcano

Diario El Mundo

Córdoba, Veracruz.- El emblemático Teatro Pedro Díaz se vistió de gala para recibir al Maestro Marco Antonio Castro de la Garza, quien, acompañado de talentosos músicos y cantantes, ofreció una noche llena de emociones con su concierto “La Vida en Rosa”.

Este espectáculo, que marcó un hito en la celebración de sus 52 años de trayectoria artística, cautivó a los asistentes con un repertorio que fusionó romanticismo, nostalgia y ritmos vibrantes.

Nacido en Huatusco, pero con el corazón profundamente arraigado en Córdoba, el Maestro Castro de la Garza guió al público a través de un recorrido musical que combinó la calidez del piano, la pasión del acordeón y la elegancia del violín. Durante más de una hora, el teatro resonó con melodías icónicas como Vals número 2, Serenísima Venecia, Obsesión, El Padrino, Bésame mucho, Piel Canela, Contigo en la distancia, La vie en rose y Viva la vida, entre otras. Cada interpretación fue un testimonio de su versatilidad y maestría, tocando fibras sensibles en el corazón de los presentes.

El escenario se enriqueció con la participación de destacados artistas invitados, como Isabella Muñoz Cancino, José Antonio Setién Castro, Argel Ávalos Gómez y Lety Pérez Herrera, quienes dieron voz a los temas con una entrega impecable. El acompañamiento musical estuvo a cargo del Maestro José Leonel Sánchez en el piano y el Maestro Rodolfo Ramos Beristáin en el violín, quienes complementaron la atmósfera mágica de la velada.

Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó cuando el Maestro Castro interpretó composiciones de su propia autoría. Con más de cien melodías creadas a lo largo de su carrera, que abarcan desde baladas románticas hasta ritmos salseros, el artista compartió con el público la inspiración detrás de sus creaciones, conectando de manera íntima con cada asistente. Canciones como Es mi Veracruz y Córdoba resonaron con especial fuerza, rindiendo homenaje a su tierra adoptiva.

“La Vida en Rosa” no fue solo un concierto, sino una celebración de la música, la pasión y el legado de un artista que ha dedicado más de cinco décadas a enamorar corazones.

El Teatro Pedro Díaz, testigo de esta noche inolvidable, se llenó de aplausos y ovaciones, consolidando una vez más el lugar del Maestro Marco Antonio Castro de la Garza como un ícono de la cultura musical cordobesa.