Juan Manuel Vergara Muñoz
Este 24 de agosto Córdoba celebra 203 años de la firma del documento que permitió a México cambiar una página de su historia.
La importancia de los Tratados de Córdoba se encuentra en el impacto que tuvo para los primeros años del México independiente. Fueron las primeras leyes que rigieron al naciente país, por al menos tres años y en las que se plantearon los primeros derechos de igualdad y la forma de gobierno del Imperio, encabezado por Agustín de Iturbide.
Es así que los tratados marcan un antes y un después en la historia de México y que en diversos de sus artículos se planteen las primeras libertades para decidir sobre el destino de quienes habitaron y habitan esta parte de América. Estos mismos principios continuaron como parte fundamental de las leyes, y de los que destaca la igualdad.
Para los cordobeses de aquellos años fue una fecha de celebración, por fin la villa de Córdoba encontraba paz después de nueve años de los enfrentamientos entre los insurgentes y realistas y se convertía en testigo y partícipe de las condiciones para que la Nueva España se convirtiera en México.
Por ello las implicaciones de este documento en el presente pueden percibirse en los dos escenarios de su análisis y mención en las efemérides: el nacional y el regional. Para el ámbito nacional los Tratados de Córdoba integran buena parte de los deseos de quienes lideraron la independencia y son el primer intento por configurar al país como lo conocemos ahora, pues planteaban la existencia de congresos que representaran los intereses de los mexicanos para promulgar las leyes.
Por otra parte, para el ámbito regional, el hecho de que se hayan firmado en Córdoba nos da pistas sobre lo relevante de la ubicación de nuestra ciudad por lo menos en los años de la lucha independentista, puesto que al estar enclavada en medio de la ruta de Veracruz a Puebla y enriquecida por los recursos naturales como los ríos y arroyos, así como el clima; fortalecieron el desarrollo de las actividades agrícolas, ganaderas y comerciales que, incluso en pleno conflicto interno, nunca se detuvieron porque los cordobeses hallaron las estrategias para que sus productos llegaran a diferentes rincones de lo que ahora es México.
Para que Córdoba fuese considerada para la firma de este documento importante, tuvo que ocurrir esa batalla, también recordada cada 21 de mayo, en la que los libertadores asumieron el control y pacificación total de la villa. Previamente, por aquí desfilaron Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria y Melchor Múzquiz, cuyas tropas finalmente propiciaron las condiciones de paz para que Agustín de Iturbide recibiera al representante de España Juan O’Donojú. Después de la firma, los cordobeses que participaron en los combates de mayo, se unieron a Iturbide para entrar triunfantes a la Ciudad de México a establecer las primeras instituciones del México independiente.
En la historia nacional, los Tratados de Córdoba son recordados como un episodio de la historia de México, pero en el ámbito de la historia regional sugiere la manera en la que las ciudades y pueblos participaron y participan activamente en el destino de nuestro país.
Estos Tratados no sólo tienen una relevancia en el calendario nacional como parte de la conmemoración y el debate del documento; sino que, por el contrario, sugiere lo mucho que puede aportar Córdoba tanto por su ubicación geográfica, sus recursos y su cultura a la vida estatal y nacional.
Los Tratados de Córdoba forman parte fundamental de la cultura y memoria de los cordobeses. Incluso los cambios ocurridos posteriormente a la lucha independentista y a la firma del documento permitieron las condiciones para que uno de los productos, que forma parte de la identidad presente de nuestra ciudad, prosperara: el cultivo del café. Pero eso es material para otra historia.
Juan Manuel Vergara Muñoz
Investigador independiente; asesor académico especialista en historia y metodología de las Ciencias Sociales; conferencista y profesor universitario en Yucatán.
Trabajó en el área editorial en Córdoba, Veracruz, donde ha escrito artículos como Córdoba y su pasado tabacalero.