Ray García G.
Diario El Mundo
Adriana enfrentó primero la enfermedad de leucemia que le diagnosticaron a su hijo, pero su reto sería mayor cuando a ella le diagnosticaron cáncer de mama.
Su hijo y ella hoy son ejemplos de que el cáncer se puede vencer.
Alexis Jair originario de Ixhuatlán del Café a los dos años fue diagnosticado con leucemia en 2014.
Entonces comenzó un tratamiento que duró tres años en el Hospital Regional de Río Blanco con el apoyo de AOPAC. Luego estuvo cinco años en vigilancia.
Gracias a su constancia y el apoyo de su familia hace dos años él recibió el alta definitiva y tocó la campana para demostrar que había vencido al cáncer.
Un año después, Adriana García Cervantes, la madre, a los 34 años de edad se detectó una bolita en su seno, tras realizarse un ultrasonido le dijeron que era algo hormonal pero la bolita siguió creciendo. Con una biopsia le confirmaron que era cáncer.
"Cuando me mandan a traer ya sabía que era cáncer, lo supe y dije otra vez volver a empezar, porque mi hijo tenía ya un año de vigilancia tras el tratamiento de la leucemia", narró.
Le practicaron quimioterapias para reducir el tamaño del tumor, la operaron posteriormente y luego le hicieron radiaciones.
Cada determinado tiempo le mandaron hacer estudios para estar en vigilancia, ahí detectaron que se le inflamó el endometrio por lo cual tuvo que ser operada de la matriz.
Actualmente continúa en tratamiento y está en vigilancia por lo que espera pronto ella también tocar la campana.
Con esta experiencia, exhorta a las mujeres autoexplorarse y estar haciéndose las pruebas de mastografía de manera periódica, ya que asegura que el cáncer responde erradicarse si se detecta y atiende a tiempo.