Ray García G.
Diario El Mundo
Monserrat Arroyo, de 49 años, es una sobreviviente del cáncer de intestino.
Luego de someterse a un procedimiento para bajar de peso, hace 8 años le diagnosticaron que tenía cáncer de intestino.
El diagnóstico fue tras realizarse un procedimiento de cápsula endoscópica, que consiste en tragar una cápsula que contiene una camarita que va tomando fotos al interior cada 8 segundos.
Mediante este procedimiento, los médicos se dieron cuenta que tenía unas lesiones en el yeyuno, que es la parte media del intestino delgado, donde había unas venas más dilatadas que otras por donde se estaba fugando su sangre desde hace 8 años atrás.
Tenía hemorragias que se veían reflejadas a través de las heces fecales.
Narró que después de sus embarazos obtuvo sobrepeso, por lo cual acudió con un especialista bariatra, quién le recomendó un medicamento especializado para bajar de peso, que le iba a inhibir el apetito y le iba a controlar la ansiedad a la comida.
La única indicación era que no tenía que tomarlo junto con algún antiestamínico, sin embargo cuando presentó una tos se tomó uno de estos.
Esto le generó una úlcera en el intestino. Pero comenzó a presentar síntomas como agitación al hablar o caminar, aritmia cardiaca y desmayo.
El cardiólogo le envió a hacer análisis y descubro que tenía muy baja su hemoglobina, lo que evidenciaban una pérdida de sangre.
En la úlcera se desarrolló un tumor el cual resultó ser cancerígeno.
El tratamiento se lo llevaron en el Instituto Mexicano del Seguro Social, pero algunas atenciones fueron subrogadas en el Sanatorio Escudero, donde finalmente la operaron para extraerle el tumor.
Mediante laparoscopía le hicieron una incisión, retiraron el tumor el tamaño de un limón, pero afortunadamente no fue necesario cortar el intestino.
Luego fue sometida a tratamiento oncológico. Y debido a que no había metástasis y fue detectado a tiempo, no fue necesario someterla a quimioterapias ni radioterapias.
Llevó seguimiento durante 4 años y afortunadamente hoy ya no tiene ningún síntoma que presentar.
En 2020 fue dada de alta después de estar 4 años en observación y seguimiento en oncología.
"Es muy válido asustarse, tener miedo, pero no hay que detenerse ante ningún diagnóstico de cáncer, ya que todo depende de la actitud", externó, Monserrat.