La Reina y el Navegante
Adriana Balmori A.
Parte I
Isabel de Castilla o Isabel la Católica, no Santa Isabel la Católica, como le ponen a algunas escuelas, fue un personaje imprescindible en el descubrimiento de América o Encuentro de dos Mundos como se ha dado en llamarlo.
Protagonista junto con Cristóbal Colón, de ese ineludible parte aguas universal que fue el descubrimiento de América. El único hecho después del nacimiento de Jesucristo, capaz de cambiar el rumbo de la historia y del mundo entero.
Isabel fue una gran reina, estratega y estadista, una amante esposa, una madre ejemplar y una incansable defensora de la fe. Este es un caso en el que no podemos separar a la reina de la mujer. En ella todo era uno. Recibió la educación de una princesa, tenía una gran inteligencia y adquirió muchos más conocimientos que las princesas de su época; era objetiva y sensata, tenía un carácter férreo y una gran determinación, rebatía a sus opositores con los mejores argumentos, siempre fue muy devota y de una fe profunda. Sus biógrafos dicen de ella, que era bella, cuerda, vistosa, sencilla, y muchos elogios más.
Nació el Jueves Santo de 1451 en Madrigal de las Altas Torres en la provincia de Ávila, España, hija del rey Juan II de Castilla y de su segunda esposa, Isabel de Portugal, murió en Medina del Campo el 26 de noviembre de 1504 después de padecer un doloroso cáncer uterino. Sólo tuvo un hermano menor, Alfonso.
A la muerte de su padre subió al trono su medio hermano Enrique IV, casi 25 años mayor que ella. Para que Isabel llegara a ser reina tuvo que sortear toda una serie de dificultades, la primera desde luego es que era mujer y había otro hermano varón para recibir la corona, su medio hermano el rey Enrique sólo tuvo como descendiente una hija, Juana, que fue apodada la Beltraneja, cuya paternidad se le atribuía a Beltrán de la Cueva, y se hablaba de la incapacidad del rey para procrear y para gobernar por lo que un grupo de cortesanos pidió elevar al trono a Alfonso, pero en esos trances y tranzas, éste murió misteriosamente, tal vez envenenado y entonces Isabel fue propuesta como reina, ella se negó a hacerlo mientras viviera su hermano el rey Enrique, acordó con él que la nombrara Princesa de Asturias y por lo tanto heredera al trono a su muerte. Isabel, desde los tres años había estado prometida a su primo Fernando de Aragón, sin embargo, su medio hermano rompió el compromiso para procurarle algún matrimonio más provechoso, ella se negó a todos los compromisos que Enrique le propuso y aún sin conocerlo, decide casarse con Fernando de Aragón a escondidas del rey, para lo que ella finge ir a Valladolid a visitar la tumba de su hermano Alfonso, mientras que Fernando viaja hasta Castilla como mozo de mula de unos comerciantes. El Papa se niega a concederles una bula de dispensa por ser primos segundos, aun así, en 1469 se casan y ése, fue amor a primera vista, se enamoraron, se entendieron y se compenetraron tan bien que casi todos los acuerdos y acciones los tomaban de manera conjunta. Cuando muere su hermano Juan, se proclama reina de Castilla el 13 de diciembre de 1474 en Segovia y tiene que enfrentar a los partidarios de Juana la Beltraneja que era aún niña, y a la madre de ésta, desatándose la Guerra de Sucesión de Castilla, de la que sale vencedora.
Cuando Fernando hereda el trono de Aragón, en 1479, empiezan su labor unificadora y nace el famoso dicho: “Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando”. Era una mujer tan valerosa que no dudaba acompañar a su marido en las campañas militares, en más de una ocasión se presentó ante las tropas para calmar los ánimos, fue la pionera en establecer el hospital de campaña, pues ella iba al frente de batalla acompañada de médicos y medicamentos para atender a los heridos. Fundó la Santa Hermandad, especie de ejército para proteger a comerciantes y ciudadanos de ataques y pillaje. Juntos recobraron el reino de Granada, último reducto musulmán, con lo que iniciaron la unificación religiosa y política de la corona española.
Con gran visión, patrocinó a Cristóbal Colón en su viaje a las Indias, -aunque tenían problemas económicos, no es verdad que vendiera sus joyas-. Según muy reconocidos historiadores españoles la historia es así: Cristóbal Colón que, sin duda alguna, nació en Génova, Italia el año de 1451, entre agosto y octubre, fue hijo de un humilde cardador de lanas y también tabernero de nombre Doménico Colombo y su madre se llamaba Susana Fontanarosa. A los 16 años hizo su primer viaje por mar en calidad de grumete, y hay quien lo identifica como el corsario Coulom, que asoló los mares del Mediterráneo. Se dice que en una de las refriegas que sostuvo, recala en Cataluña, de donde se dirige a Portugal, el emporio marítimo del momento.
Continuará...