Si nos remontamos al pasado, los relojes constituían una herramienta esencial, usada por casi todos, dado que era la única manera de poder seguir y tener conciencia del tiempo. En un principio eran artefactos de bolsillos, usados en las guerras y solo las mujeres podían llevarlo en las muñecas. Hasta que debido a la comodidad, todos empezaron a llevarlo en el mismo lugar.